Al hablar de objeto como equivalente teórico de un fenómeno, estamos
intentando asumir una posición constructivista –construcción como
contrapuesta a reproducción del dato- según la cual el problema es una forma
de expresión de lo social, a la cual no se accede directamente, sino a través de
mediaciones que tratan, desde distintas perspectivas, de reconstruir las
relaciones entre las expresiones de lo real y sus significaciones.
Una perspectiva constructivista con relación al objeto –contrapuesto a
posiciones empiristas- considera que el objeto sólo puede ser reconstruido
mediante un complejo de relaciones conceptuales respecto a fenómenos
sociales, de modo que el fenómeno inmediato no se construye en objeto,
porque “el fenómeno inmediato no presenta problemas”; tal fenómeno sólo se entorna objeto cuando es problematizado por los objetos que se proponen
comprenderlo, redefinirlo o modificarlo, siempre según una perspectiva.
1. ASISTENCIAL. Mediante la detección y tratamiento psicosocial de las necesidades sociales individuales, grupales, familiares y de la comunidad, las/os trabajadoras/es sociales gestionan los recursos humanos y organizativos, contribuyendo así a la administración de las prestaciones de responsabilidad pública, su distribución, y la protección de las poblaciones (se prefiere considerar al conjunto de la población pues se entiende que también la “clase media” puede necesitar de la ayuda de la profesionalidad del trabajo social), según los derechos sociales reconocidos y los que se puedan demandar o generar, pues se sabe que el derecho va detrás de la realidad, es decir se legisla sobre los hechos, no al contrario. En definitiva se entiende que la acción propia del trabajo social también puede ser fuente de nuevos derechos por el Estado social. 2. PREVENTIVA. La/El trabajadora/or social trata de adelantarse y prevenir la constante reproducción de la marginalidad, de la exclusión soci
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